domingo, 16 de enero de 2011

40 ... crisis, qué crisis?

Comentaba yo a unos amigos ayer sábado, dia de mi aniversario de nacimiento (es decir, cumpleaños), que ya a los cuarenta no debían felicitarme. Y me replicaban ellos, que me felicitaban por haber llegado … que no tenían tan claro que los pudiera cumplir (ten amigos…). Inmediatamente me vinieron a la cabeza unas palabras (o mejor dicho, un concepto, porque las palabras exactas no las recuerdo) que mi tio Miguel (médico de profesión, e historiador y matemático por devoción) me dijo en cierta ocasión … el cuerpo no perdona, todo lo va acumulando, y tarde o temprano sale a la luz; lo que pueda ocurrirnos no es una cuestión puntual sino el resultado del cúmulo de acciones a las que hemos sometido a cuerpo y mente. Bien, estas palabras se me quedaron grabadas y lamentablemente pensé que para mi ya era tarde. Sé que no llegaré muy lejos. Pero espero hacerlo lo mejor posible hasta entonces … por el milagro de la vida … porque la vida es un milagro. A decir verdad, tenía cierta curiosidad por cumplir los cuarenta, por aquello de la famosa crisis de los cuarenta, según la cual debería haber rejuvenecido unos veinte años … o al menos sentirme como si … Pero no, ni los he rejuvenecido ni me siento como si… me siguen doliendo las rodillas, me cruje el cuello, la espalda me avisa, no han cesado las rampas en la mandíbula, mi cabeza es un circo lleno de sorpresas (desagradables), los kilos de más siguen siendo kilos de más, y sigo teniendo que descansar más de lo que dura un cigarrito si oso intentar el segundo … Crisis, qué crisis? … Lo único que me han acertado de la crisis es que miraría a mi mujer con una mirada más sensual, desenfrenada, carnal, lividinosa, lasciva, lujuriosa, obscena, viciosa, erótica, y hasta deshonesta … pero también lo hacía antes de ayer!

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