martes, 24 de mayo de 2011

Aquella noche (1987?)

Oscura y misteriosa la noche,

en la que lo hicimos,

nuestra primera vez,

Dejamos atras la voces

por aquel camino,

En el que nadie nos podia ver.



Apagamos el motor del coche,

donde nada se oia,

ni ruidos, ni gente.

Y aun siento aquella noche,

tus manos estaban frias,

pero tus labios calientes.



Recuerdo aquella noche,

recuerdo aquel camino,

pero los siento muy lejanos.

Ahora trabajo hasta las doce

y tenemos cuatro hijos …

A quien se le ocurrio casarnos?

domingo, 15 de mayo de 2011

El sentimiento más poderoso

Quieres ser felíz por un momento? … Véngate! Quieres ser felíz para siempre? … Perdona! Se supone que Tertuliano (hace unos 1800 años), también supuesto padre de la iglesia (pero de cual?), solía decir estas frases. Por cierto, tiene algo que ver Tertuliano con las tertulias? En fin Juan, céntrate. Pero qué difícil evitar el sentimiento de venganza, del rencor... Y quizá más complicado aún perdonar? Y olvidar? Perdonar y olvidar? Perdonar pero no olvidar? Una serie de sentimientos horrendos nos corroen día a día sin estar vacunados contra ellos. Pero … y el amor? No es acaso el amor el sentimiento más poderoso del ser humano? Una pena que no lo practiquemos más … ya estamos… no, no me refiero a ir por la calle “fornicando” por doquier (como algunos están pensando)… pero sí a ir por la calle ofreciendo amor, ofreciéndonos … y no me refiero a nuestro cuerpo (como algunos, de nuevo, están pensando) … sino a nosotros mismos, nuestra ayuda, nuestras palabras, nuestro abrazo, nuestro ser. Haz el amor y no la guerra … tras estas palabras habrá todo lo que habrá (seguramente no estemos de acuerdo en mucho de lo superficial de esta frase), pero no es acaso el fondo lo importante? Y no es el fondo el amor en si? Y no es el amor el sentimiento más poderoso? Que se lo digan a Sansón …

miércoles, 4 de mayo de 2011

Pequeños perfectos defectos

Su amigo estaba un poco deprimido, decaido, bajo de moral, con el amor propio por los suelos. El, percatándose de la situación, le comentó … “Amigo, tú eres único, lo sabías? En ningún otro lugar, en ninguna otra persona, voy a poder encontrar esa mezcla de actitudes, experiencias, y sentimientos que encuentro en tí. Y no, no es que seas perfecto, sino todo lo contrario, son esos pequeños defectos, esos pequeños detalles, esos pequeños perfectos defectos, los que te hacen único, los que hacen que yo reconozca a mi amigo en tí. Amigo, hay dos días al año sobre los que no puedes hacer nada; ayer y mañana. Solamente hoy podrás perdonar, sonreir, soñar, amar, sentir…”

La Procesionaria

Recuerdo que de pequeño contábamos historias tenebrosas sobre la procesionaria, como si del animal más peligroso de la Tierra se tratase … si te caía sobre la cabeza, te dejaba calvo … si te caía sobre los ojos, te dejaba ciego… si te caía sobre el pene, te dejaba impotente … y así, un largo etcétera, segun la edad en la que hablabas de ella. Lo curioso es que es quizá de las pocas cosas de las que hablas creyendo que exageras y “mira vos”, hay un tanto de verdad en ello. Dejemoslo en que si tocas un pelillo de oruga de la procesionaria, vas a pasarlo mal, si no le tienes alergia; y muy mal, si le tienes alergia. Y esos pelillos no se quedan en la oruga, sino que se desprenden y van volando por el aire … hasta que te cazan! …Uuuuuuuuuu … terrorífico! Bien, sea como fuere, mejor no tocar a esas graciosas oruguitas. Pero… conocen los niños de hoy en dia a las orugas de la procesionaria? Han visto alguna vez esas largas hileras de “gusanos” desplazándose por el suelo siguiéndose unas a otras? Saben reconocer las bolsas de las procesionarias en los pinos? Antes, era vital para la supervivencia … y si te caían en el pene? … No lo sé … nunca me puse una de estas orugas en el pene para comprobarlo … ja ja! … Me referia a que no sé cuantos niños de ahora conocen a la procesionaria. Pero en su favor (de los niños, no de la procesionaria) también puedo decir que aunque muchos de ellos seguramente no han visto en su vida una hilera de orugas de la procesionaria, este fin de semana un grupo de ellos (de niños, no de la procesionaria) me ha vuelto a dar una lección. He podido comprobar que cuando se les da confianza, ellos responden a la perfección a dicho voto. He visto un magnifico grupo de niños de apenas siete años, formar cual hilera de procesionaria, en sus correspondientes bicis, durante 20 kilometros, sin apenas dejar la fila más que en alguna que otra refrescante parada. He sufrido el espectáculo (lo admito) pero también lo he disfrutado. Sus caras eran una mezcla de responsabilidad y felicidad. A cada orden del “oruguita-guia”, el resto obedecia y bien corregia su posición si era necesario, bien paraban todos a la vez, bien se desplazaban al unísono, cual componentes de natación sincronizada, cual procesionaria. Enhorabuena a todas esas “pequeñas oruguitas de procesionaria en bicicleta”. Gracias Teresa y Jose Ramón