domingo, 6 de junio de 2010

El Principito de Saint-Exupery

La primera vez que lei “El Principito” de Antoine de Saint-Exupery, quede cautivo de la figura del Principito y por las inolvidables ilustraciones de la boa y el elefante en sus dos versiones. Pero creo recordar que no entendi el contenido integramente (la madurez mental nunca ha sido mi fuerte!). Desde aquella primera vez, lo he vuelto a leer al menos un par de veces mas a lo largo de mi vida, y creo que cada vez que lo he leido, lo he “digerido” desde un punto de vista distinto.
La “trama” tiene lugar en algun lugar del Sahara por lo que muchos africanos (especialemente los del norte) se enorgullecen de haber sido los “maestros” de Saint-Exupery en su estancia en aquellas tierras, y de que escribiera un libro archi-conocido en el mundo entero gracias a las lecciones de la vida que ellos les dieron … ??
Entre ellas, dicen que nos regala a pequeños y adultos “joyas” como las que siguen:
Para poder dar un gran paso hacia adelante, primero hay que dar dos pequeños pasos hacia atras.
Lo importante no es llegar, sino el camino recorrido y como se recorre dicho camino.
Cuando te encuentres frente a alguien diferente a ti, no lo tomes como una amenaza sino como una oportunidad de enriquecer tu ser.
Hace unos dias termine de leerles el Principito a mis hijos. Dudo mucho que hayan entendido “de la misa la mitad” como se suele decir. Pero por sus preguntas y la forma en que me hablan de ello, estoy seguro que tambien han quedado cautivados por El Principito, por la boa y el elefante, por los corderitos, la flor, los baobabs, etc…Durante cada noche han atendido capitulo a capitulo las aventuras del piloto y del Principito. Al llegar a las ultimas lineas, me ha resultado complicado leerles el final, y harto dificil explicar porque el cuerpo se queda… pero en realidad no es mas que lo que a veces les hemos contado cuando una persona fallece … aunque su cuerpo se queda, la persona se va al cielo y decimos que esta en una estrella, al azar, la que mas nos guste, con la que podamos “conectar” siempre que queramos estar cerca de dicha persona, porque dicha persona estara siempre con nosotros, en nosotros. Tal como el Principito le asegura al piloto.
Creo que no esta de mas abrir el libro de Saint-Exupery al menos una vez al mes y ojear de nuevo el dibujo de la boa para volver a nuestros origenes, para recordarnos quienes fuimos, y como somos.

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