miércoles, 24 de marzo de 2010

El peor jefe que uno pueda tener

Hacia un frio gelido (… un frio del “carajo”, vamos, para entendernos), asi que tomé la decision de entrar en el bar con mi peque mientras el otro practicaba deporte fuera. En la misma mesa coincidimos algunos de los habituales a dichas sesiones, asi que me encontré en medio de la conversacion (esta vez no la busqué yo). Comentaba uno de ellos que otro de ellos (su amigo, pero no presente alli en esos momentos) se encontraba en unas condiciones laborales pauperrimas (“collons” como estas hoy Juan con las palabritas … ademas lo definiria mejor algo asi como “esclavizantes”). Comenzaba a trabajar antes de que amaneciera y terminaba cuando ya habia anochecido, apenas veia a sus hijos durante la semana, no sabia lo que eran vacaciones, incluso no podia evitar llevarse el trabajo a casa en la cabeza, dando un salto en la cama alguna vez en mitad de la noche creyendo haber encontrado una posible solucion a una aplicacion que le habia planteado algun cliente … en fin, no habia manera de mejorar sus condiciones porque por mucho que pidiera, nunca recibia...
Despues de una retahila de razones y explicaciones, este hombre finalizo diciendo…”él tiene el peor jefe que uno puede tener, … … … él mismo”.

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